El monacato es el
movimiento religioso que, como grupo organizado y que vive en común, da origen
al monasterio. Se entiende, pues, que lo más importante del monacato no es el
edificio material, cambiante según los gustos de cada época y de acuerdo con
las necesidades y las posibilidades de quienes lo habitan o mandan construir,
sino la comunidad de monjes que da vida y sentido al monasterio. Autores como
Platón o Plotino utilizaron en la Antigüedad el término “monje” con el sentido
de único, que se hace de una sola manera, que se halla en un solo lugar, que
existe como ejemplar único. Más tarde, la tradición cristiana lo utilizó para
designar al que vive solo (eremita o anacoreta, ermitaño), a la persona que
renuncia a la familia, al matrimonio, a los bienes y se retira a un lugar
solitario, pero también para referirse
al solitario que vive en compañía de otros (cenobitas).
Los autores
espirituales, finalmente, se refieren al monje como la persona o el cristiano
que es dueño de sí, que no tiene división en su interior. El monje es, en
última instancia, la persona que, con una única voluntad y deseo, tiende hacia
Dios, ya viva en comunidad o en soledad.
Para ello conoceremos alguna definición:
Monje: Viene de monachos que significa solitario.
Eremitas o Ermitaños: Viene eremos y tienes que ver con
el desierto lejos de los demás hombres
Anacoreta: viene de anachcorenim es retirarse o irse al
monte, significa el que ha dejado el mundo
Cenobita: vida en comunidad “Koinos bios = Vida en
común”.
Monaquismo: estado de vida de todo los que dejan el mundo
para entregarse plenamente a Dios.
Monacato: es la adopción del estilo de vida más o menos
acético dedicado a una religión y sujeto de diferente reglas en común.
Ascetismo: Es Práctica de abnegación y de renuncia de los
placeres mundanos con el fin de alcanzar el más alto grado de espiritualidad,
de intelectualidad o de autoconciencia.
El monacato en todas las religiones:
- Organización de la propia vida en una cierta separación
del mundo y de la sociedad.
- Continencia o virginidad que en los monacatos más
desarrollados se promete de por vida.
- Preeminencia concedida a la oración (lectura de textos
sagrados, sacrificios rituales…) en la organización de la vida de cada día.
- Practicas penitenciales que comportan una austeridad
habitual que implica momentos especiales de sacrificio personal, ayuno,
abstinencia de carne o vino, flagelaciones…
- Sujeción a una regla de vida, que es imprescindible en
el monacato comunitario, pero que también existe para los monjes solitarios.
- Sumisión a un superior, cuyas atribuciones están bien
delimitadas en las reglas o a los directores espirituales a los que se acude en
demanda de vida personal.
- Pobreza: despojo voluntario de los bienes materiales
para vivir en la mendicidad o del propio trabajo, cuyos frutos se ponen en
común.
- Tiempo de iniciación o noviciado, a fin de que el
candidato se instruya y demuestre capacidad para abrazar el estilo de vida.
- Vestido diferente o hábito monástico, también del
rasurado: es distanciamiento moral respecto al modo habitual de vida de la
sociedad circundante.